Esta frase la he sacado de un extracto de A Sangre Fría, obra de Truman Capote que todos nosotros hemos podido leer. Más allá de la propia obra y de su relato, me quiero centrar en la idea que expresa esa frase.
Estas palabras pueden aplicarse a numerosos contextos pero, en el caso de la obra de Capote, aparece en una carta que una hermana le escribe a su hermano que se encuentra en la cárcel. A pesar de este contexto, en muchas ocasiones he tenido la posibilidad de oír y discutir sobre el sentido de la frase, aplicada a la idea de que muchas personas dedican su vida al estudio y al trabajo, dejando atrás los mejores años de su vida sin poder disfrutarlos.
Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que el estudio y la formación, es decir, el estar serios en los momentos que debemos estarlo, no sean necesarios, porque si que lo son y mucho. Pero, ¿de verdad creéis que vivir la vida es sólo eso? Espero que no estéis tan equivocados. El sentido de la vida puede encontrarse en cualquier parte y para cada persona existen partes distintas maneras de descubrir ese sentido.
Los amigos, la familia, la pareja, incluso tu equipo de fútbol (aunque ciertas personas no entiendan que algo como un club de fútbol te pueda hacer feliz) son parte de ese sentido de la vida. Y todo y todos podemos hacer que las cosas que nos pasan en clase y en la universidad no sólo nos sirvan para poder formarnos como futuros periodistas, sino también para que las palabras que aprendemos en la universidad la apliquemos a la vida real, las vivamos.
Pablo Cortés
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